martes, 8 de marzo de 2011

Algo de historia 

Crónica de un OVNI que no fue (11ra parte)

Un análisis crítico y objetivo sobre el caso del objeto volador que apareció sobre Buenos Aires, Argentina, el 17 de Septiembre de 1985.

por Luis Eduardo Pacheco

Nota de orbitaceromendoza: se agradece al Sr. Luis Eduardo Pacheco por brindarnos su autorización para divulgar su interesante trabajo de investigación relacionado con un famoso incidente ovni acaecido en setiembre de 1985 en Buenos Aires, Argentina. Invitamos a los lectores a visitar su página web relacionada con la historia y la actualidad de los globos estratosféricos: http://stratocat.com.ar/.

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Capítulo 11 - Buscando un culpable - Si de un globo se trata, la cuestión es encontrar cuál fue

En este capítulo analizaremos los diferentes tipos de globos que existen y según las características propias de cada uno veremos cual pudo ser el culpable del incidente ufológico objeto de este estudio.
Como ya he dicho, el suceso que estoy analizando es -en términos de cantidad de testigos y espectacularidad- uno de los más recordados de la ufología argentina. De igual forma la cantidad de explicaciones posibles que en su momento se esgrimieron y lo disímiles de cada una de ellas no hacen más que confirmar que -salvo contadas excepciones- la ignorancia sobre lo observado ese día sobre la capital argentina, era casi total.

Cada uno quizo aportar su explicación, y por ello a lo largo de la mañana del mismo 17 de setiembre así como también al día siguiente del incidente, se sucedieron los testimonios de quienes creían tener la certeza del origen del misterioso visitante. Las teorías iban desde el ufológicamente omnipresente planeta Venus, pasando por el cometa Halley (que era la novedad astronómica de ese año) hasta un extraño fenómeno de reflejo en nubes de la alta atmósfera. Todas ellas, en lugar de aportar una solución, derivaron por su naturaleza contradictoria e improbable, en más desconcierto, dudas y como no, en un caldo de cultivo para las teorías conspirativas de ocultamiento gubernamental y militar que son tan caras a la mitomanía OVNI.

Como hemos visto hasta ahora, el comportamiento, movimiento y desplazamiento del objeto dista mucho de ofrecer aspectos de extrañeza que nos obliguen a pensar que nos hallamos ante un artefacto de naturaleza desconocida, por lo que salvo por su inusual aspecto podría con lo hasta aquí estudiado afirmar que sin dudas se trata de un globo de algun tipo. Esta teoría, ha devenido con el tiempo en eje principal de la polémica entre quienes le adjudican un origen extraterrestre al caso y quienes sostenemos lo contrario. Por eso, analizaremos a continuación los distintos tipos de aeróstatos que existen y veremos si entre ellos podemos encontrar al culpable. 
Globo sonda o meteorológico

Secuencia de inflado y lanzamiento de un globo sonda de neoprene. 


El globo más común y difundido es el denominado "globo sonda o meteorológico" el cual es utilizado a diario en todo el mundo para efectuar diversas investigaciones atmosféricas por medio de las llamadas "radio sondas", las cuales transmiten a tierra los diversos parámetros de humedad, temperatura, y presión. Se trata de balones fabricados de neoprene, goma o en algunos casos polietileno y su tamaño varía entre 1 y 5 metros.

En general su visibilidad es baja, pues en función de su tamaño y el material de que están compuestos (en la mayoría de los casos poco reflectante) sólo es posible apreciarlos en el tramo inicial de ascenso, hasta quizás los primeros 1000 mts. A partir de esa altura, se necesita  un potente telescopio o teodolito para su rastreo, con los cuales incluso apenas se pueden obtener imagenes difusas (ver ejemplo con fotografía tomada por telescopio en http://www.ccaf.it/Pages/ufo.html).

Sumado a esto, la vida útil de estos globos no supera las 3 o 4 horas; pasado ese lapso debido a la diferencia de presión en las alturas, el globo alcanza su máxima expansión y termina por estallar. Durante la década del 50, cuando aun no se había popularizado la utilización de los globos de polietileno (que permitirían vuelos más prolongados) se desarrollaron algunos sistemas que permitían extender hasta 24 horas su duración. Cabe destacar asimismo, que dentro de esta familia de globos, existen algunos de tamaño algo mayor y que como deben elevar instrumentos algo más elaborados que sus pares meteorológicos, pueden tener un diámetro de hasta 20 metros.

Si bien es evidente que tanto por duración como por tamaño y brillo, lo visto sobre Buenos Aires en 1985 poco tuvo que ver con uno de estos ingenios, el famoso meteorólogo Valentín Komar en un reportaje efectuado en 1986 por el periodista Daniel Riera para el ya mencionado articulo de la revista GATOPARDO afirmó que el globo culpable de tal revuelo era una "Ozonosonda" destinada a medir el ozono y otros parámetros de la atmósfera y que había sido lanzado por la NASA desde la Isla de Ascensión en el Océano Atlántico. En esa misma entrevista al serle preguntado sobre la posibilidad de que se tratara de un globo estratosférico francés -citando la gacetilla del IAFE que mencionáramos con anterioridad- el meteorólogo desechó tajantemente tal afirmación.

Me permito disentir absolutamente con la afirmación de Komar, ya que un globo de este tipo y tamaño volando a 30 kms de altura no sólo no es visible a simple vista, sino que no es posible que presente el brillo claramente metálico del objeto avistado ese día sobre la capital argentina.

Globo deportivo o de aire caliente
Globo de aire caliente perteneciente a Bob Redinger a punto de aterrizar en un lago en Texas

El globo deportivo o de aire caliente nació a fines de los años 50, y ciertamente no como un vehículo de esparcimiento tal y como se lo conoce hoy en día, sino por influjo de un proyecto entonces secreto de la Marina de los EEUU que buscaba desarrollar un mecanismo aéreo que permitiera transportar una o dos personas, con posibilidades de vuelo autónomo, propulsado por aire caliente y barato de producir.

Posteriormente, cuando la Marina perdió interés en la iniciativa, Ed Yost -participante del proyecto y virtualmente el "padre" del balonismo deportivo actual- continuó con su desarrollo hasta completar el primer globo de aire caliente que daría inicio a uno de los deportes más vistosos del orbe.

Respecto del caso que nos ocupa, poco se puede agregar. Como bien se sabe, este tipo de aeróstatos vuelan a baja cota por lo cual absoluta y definitivamente, tampoco es éste el responsable.

¿Un Dirigible? 
Un diseño de dirigible actualmente en estudio en Japón

En base a cierta semejanza morfólogica entre el objeto bajo estudio y un dirigible, algunos investigadores esbozaron esta posibilidad para intentar explicar el suceso. Como bien lo indica su nombre se trata del único aeróstato que cuenta con sistema de propulsión y como bien nos cuentan los libros de historia tuvo su apogeo desde principios de la primera guerra mundial hasta poco después de finalizada la segunda. Posteriomente resurgió como plataforma publicitaria siendo ese, su uso actual más difundido.

A pesar de que existen estudios para el desarrollo de dirigibles estratosféricos e incluso se habla de modelos "stealth" de aplicación militar, los mismos aparentemente no han visto la luz más allá de los tableros de dibujo.

En la época en que ocurrió el suceso bajo estudio, no existían dirigibles en operación en la capital argentina (el único que operó en Buenos Aires lo hizo por un corto lapso de tiempo luego de 1995). Asimismo -a pesar de ciertas insinuaciones de "movimiento controlado" que ya hemos desestimado en páginas anteriores- el objeto no exhibía mecanismo alguno de dirección como es habitual encontrar en los dirigibles, ergo: tampoco es éste el responsable.

Globo de presión constante, o superpresión
Globo EOLO lanzado desde la base de Mendoza en su fase inicial de vuelo

Tanto en medios de prensa como en las diversas investigaciones posteriores, se mencionó la posibilidad de que el ovni del 17 fuera un globo similar a los del proyecto "Eolo", un plan concebido originalmente como una iniciativa conjunta del CNES francés y la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE) de Argentina, para el lanzamiento de cerca de 500 globos entre 1971 y 1972 desde 3 bases en Argentina (Neuquén, Mendoza y Tierra del Fuego).

Los balones utilizados para EOLO eran los llamados de presión constante o superpresión (ver imagen). A diferencia de otros tipos de globos estratosféricos, estos mantienen su volumen inalterado por lo que una vez que alcanzan un punto de equilibrio, dado por la equiparación de la presión atmosférica con la presión interna del ingenio, no modifican su altura de desplazamiento y flotan a una altitud constante. Por ello son utilizados mayormente para el seguimiento y estudio de las masas de aire, como si de boyas marinas se tratase.

Los globos EOLO se movían a una altura de 12 kms, tenían un reducido tamaño y eran casi transparentes por lo cual dificilmente lo que se vió ese día haya sido un globo de ese tipo.

Aún obviando el "detalle" respecto que difícilmente uno de los balones de dicho programa haya sobrevivido quince años en vuelo hasta 1985 -aunque algunos llegaron a permanecer en vuelo doce meses y existen registros de otros proyectos similares con duraciones cercanas a los dos años- aún subsiste el problema de la visibilidad.

En el mejor de los casos  los globos de sobrepresión alcanzan a nivel de vuelo los 20 metros de diámetro, por lo que siendo transparentes dificilmente puedan verse desde tierra con la nitidez y el brillo que presentaba el objeto que inquietó ese 17 de septiembre a la capital argentina.

Globos estratosféricos de gran volumen
Globo de Ultra Larga Duración de la NASA listo para ser lanzado desde Alice Spring en el corazón de Australia

Son enormes masas de polietileno transparente, con forma de pera invertida, cuyo tamaño va desde los 5.000 m3 hasta más de 1.000.000 de m3 de volumen. Una vez lanzados, y cuando alcanzan la altura de flotación (cercana a los 40 kms de altura) adquieren la forma de una esfera ligeramente achatada de entre 30 y 400 metros de diámetro, lo que les otorga una alta visibilidad incluso desde decenas de kilómetros de distancia.

La duración de vuelo nominal para estos aeróstatos varía dependiendo del tipo de misión a efectuar. Para experiencias convencionales, el tiempo de vuelo se extiende entre 3 y 24 horas, y para vuelos de larga duración pueden llegar a permanecer entre 8 y 15 días, aunque estos últimos vuelos tienen lugar bajo condiciones especiales.

La mayoría de las bases de lanzamiento para este tipo de globos se encuentran ubicadas en países situados en el hemisferio norte. Sin embargo una de las pocas instalaciones permanentes ubicadas al sur del ecuador es la de Alice Spring en pleno corazón de Australia.
http://stratocat.com.ar/globos/mapas/asp-19830119.gif
19/1/83

http://stratocat.com.ar/globos/mapas/asp-19870209.gif
9/2/87











Desde dicha base, en algunas ocasiones fueron lanzados globos de larga duración y gran volumen que efectúan recorridos transoceánicos que pueden sobrevolar Sudámerica (ver los mapas de vuelo de dos globos lanzados desde allí el 19/1/83, y otro el 9/2/87).

Si bien se barajó en algún momento la teoría del globo australiano para explicar el caso, y aún cuando los antecedentes nos demuestran que esto sería posible, existe una realidad fáctica insoslayable: según la información que poseemos a partir de los registros de lanzamientos de esa época, la NASA a través de su programa de globos estratosféricos (principal usuario de la base de Alice Spring), no efectuó durante 1985 lanzamientos de globos transoceánicos que pudieran haber sobrevolado la República Argentina.

Queda así descartada también como posible causa del incidente, la hipótesis del globo estratosférico de gran volumen en vuelo transoceánico.

La última sospecha

Luego de haber analizado todos los tipos posibles de globos que pudieron haber sido señalados como responsables del incidente de marras y habiendo descartado todas y cada una de las demás posibilidades, me veo obligado a volver nuevamente mi atención a las principales investigaciones sobre el caso: todas ellas coinciden en señalar que durante Julio y Agosto de ese año se efectuó una única campaña de lanzamiento de globos capaces de efectuar travesías transoceánicas en el hemisferio sur. El lugar de partida: una base francesa ubicada en Paardefontein, cerca de Pretoria, en la República de Sudáfrica. La entidad responsable: el CNES francés. Los globos utilizados: los MIR.

¿Estamos pues a las puertas de encontrar finalmente al culpable del avistamiento?.

Veamos primero qué es y cómo funciona este singular balón. 

Continuará...

http://stratocat.com.ar/artics/1709/17912.htm

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