jueves, 26 de enero de 2012

Mutilación de ganado en Argentina (enero de 2012)
Investigan la extraña muerte de 51 vacunos en Entre Ríos


Un hecho misterioso registrado en un campo cercano a la ciudad de Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, que derivó en la muerte de 51 vacunos aparentemente a causa del impacto de una centella, atrae por estos días la atención de investigadores y ufólogos que creen ver en ese episodio una nueva manifestación relacionada con los también misteriosos y hasta el momento inexplicables casos de mutilaciones de animales. El coordinador de la Red Argentina de Investigación OVNI (RADIO), Luis Burgos, manifestó que lo ocurrido en Colonia Sesteada, cerca de Concepción del Uruguay, desató la curiosidad de investigadores en el fenómeno a partir de algunas consideraciones que emparentan la muerte masiva del medio centenar de bovinos con los casos que se vienen sucediendo desde hace diez años en distintos campos del país. Burgos, que coordina la red junto a José Tunich y Bibiana Brison, sostuvo que las versiones iniciales en torno a la mortandad de los animales en un establecimiento rural de la zona situado a unos 17 kilómetros de la localidad de Caseros, con las que se buscó “cerrar” el hecho, fue atribuir el suceso a una centella, es decir un fenómeno meteorológico poco frecuente pero que cuando ocurre electrocuta lo que encuentra a su paso.

Diez años después

El hecho, que trascendió la semana pasada y en el cual el ufólogo entrerriano Daniel Padilla está poniendo la lupa tuvo lugar debajo de una enramada donde aparecieron los cadáveres de los vacunos que al momento de ser hallados llevaban muertos por lo menos más de seis días.

“La primera aproximación que se hizo fue que los animales murieron a causa de una centella que literalmente los electrocutó -planteó Burgos- pero hay indicios para sostener un nuevo caso de mutilación de animales”.

Es que Padilla y otros investigadores que estudian este tipo de casos “reconocen más allá de los signo de electrocución, ciertos patrones detectados en otros episodios de vacas mutiladas”. A las incógnitas se le suma que los cuerpos en los días que estuvieron muertos no fueron atacados por alimañas ni aves carroñeras y que tampoco se quemaron las copas de los árboles secas, como debiera haber ocurrido de haber sido arrasados por la masa eléctrica.

Para los investigadores que siguen de cerca el caso en el terreno, los “signos similares” que los llevan a relacionar el episodio con otros de esas características que auscultaron en su momento: “un dato aportado por un veterinario les llamó poderosamente la atención: la posibilidad de una centella no es descabellada pero las chances que mate a más de medio centenar de animales es de una en un millón”, indicó Burgos.

En ese sentido, otra de las cuestiones interesantes que presenta el suceso ocurrido en Campo San José es que ocurrió “cuando están por cumplirse diez años del registro de los primeros casos de mutilación de animales en el país”. La referencia cobra realce si se tiene en cuenta que Burgos es cultor de la Hipótesis Decimal, la que considera que distintos fenómenos OVNI tienen una misteriosa frecuencia de diez años como sucede, sin ir más lejos, con las oleadas de ufos.

“Este caso es un banco de pruebas y si bien es cierto que las mutilaciones de animales se repiten esporádicamente en distintos campos, no deja de ser extraño que haya ocurrido ahora, casi diez años después del primer vacuno eviscerado hallado en abril de 2002”, puntualizó Burgos a Diario Popular.


Medio centenar de novillos muertos en Caseros

De un lote de 60 novillos del productor Alcides Notari, con campo cerca de Caseros, 51 aparecieron muertos sin que por ahora se haya establecido la causa, que tratan de explicarse los veterinarios que analizaron los cuerpos.

El veterinario Lisando Germán Angelino no pudo hasta ahora explicarse la causa de las muertes. Angelino tiene vasta experiencia en la atención de ganado. Está encargado de la dirección técnica veterinaria “La Herradura” de Caseros y es profesor adjunto de la cátedra de Zootecnia 1 y 2 y Producción e Industrias Lácteas, de la Universidad de Concepción del Uruguay, Notari estimó el valor de mercado de los animales muertos, novillos de 450 Kg en unos 200.000 pesos.

Todos habrían muerto en un mismo lapso, es decir casi simultáneamente, lo que es prácticamente imposible en una intoxicación o envenenamiento, que ocurre en forma paulatina, más aún en animales de campo.

En el lugar los animales pastorean y no encontró sustancias tóxicas y pastos o plantas que pudieran ser venenosas para estos vacunos. Notari es además muy cuidadoso en ese aspecto y si encuentra algún vegetal nocivo lo saca. Tampoco podrían morir por tomar agua envenenada, ya que toman agua de molino y nada indicaba esto.

Lo extraño era que todos los cuerpos estaban muy próximos, pero ninguno tocando los alambrados de la zona, por lo que era raro que pudieran morir por la acción de una centella”.

Los animales no habían sido atacados por alimañas ni aves de rapiña, destacando que si bien presentaban en algunos casos pequeños signos de quemaduras, los pelos del cuero no estaban dañados y el pasto seco o las copas de los árboles no estaba quemados, por lo que –si bien en la zona hubo tormentas eléctricas– no daba la impresión de haber sido un rayo.
“Cuando cae un rayo es muy común que muera algún animal y se lo ha visto informado en diferentes ocasiones, pero esto es muy distinto. Por cómo se encontraron los animales, la muerte los sorprendió en pleno mediodía”, explicó Angelino, que además fue claro al indicar que jamás se había dado algo así en la zona y que no tenía conocimiento sobre hechos similares de tal magnitud.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario