domingo, 27 de enero de 2013

Mendoza: El 26 de enero de 1985 cayó un OVNI en la zona de Papagayos... ¿o no fue así?

Mendoza
El 26 de enero de 1985 cayó un OVNI en la zona de Papagayos... ¿o no fue así?
por Luis Emilio Annino
Crédito: (Animal de Ruta)


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Crédito: marcianitosverdes.haaan.com


En los primeros minutos del 26 de enero de 1985, un fuerte sismo sacudió el norte de la provincia, provocando numerosas víctimas y daños materiales. Dicho trágico evento ha quedado grabado en la memoria de todos aquellos que lo experimentaron y sufrieron. Pero para algunas personas, "algo más" sucedió esa noche, "algo" habría caído del cielo y no sería oriundo de Mendoza, ni siquiera de nuestro propio planeta Tierra. Se afirma que un misil descontrolado impactó en Papagayos o que un OVNI-nave extraterrestre se estrelló al mejor estilo de Roswell (Nuevo México-EE.UU.)

Al día de hoy muchas personas expresan sus dudas acerca de la naturaleza del fuerte sismo ocurrido en 1985 y lo manifiestan a través de teorías de dudosa procedencia y con ninguna evidencia presentada que pueda sostener tales relatos. 

Es por ello que decidí compartir un interesante artículo titulado "Sobre el terremoto de Mendoza de 1985 y conspiraciones", que fuera publicado por el blog Animal de Ruta hace poco más de 2 años, en el que se brinda, con un lenguaje poco convencional pero con valiosos argumentos de base científico-tecnológicos, una serie de respuestas con un claro desarrollo lógico y racional a estas dudas o preguntas que perduran aún en nuestros días.

A continuación, el artículo mencionado:

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Sobre el terremoto de Mendoza de 1985 y conspiraciones
Posted on enero 24, 2011 by Guillote 
Atención: El autor del siguiente post tiene un título en Geofísica (aunque él nunca se consideró tal). Durante sus estudios, cursó la cátedra de Sismología con el Dr. Araujo, capo de la Sismología argentina e investigador del INPRES.
 

En estos días se están cumpliendo 26 años del último gran terremoto de Mendoza. El que todos los que han vivido en esa ciudad han escuchado rumores de explosiones, NASA, militares, bombas atómicas, misiles perdidos, luces en los cerros, cráteres y hasta OVNIs. Lo que van a leer a continuación es una explicación lógica y racional del por qué fue “simplemente” un sismo y no ninguna de las teorías conspirativas. Voy a intentar atacar punto por punto, desmenuzando relatos y contrastándolo con los conocimientos adquiridos hasta la fecha. A su vez, iré explicando conceptos geológicos y geofísicos para completar el panorama general.

Recordando lo irrecordable


Aquel 26 de enero de 1985 está guardado en la memoria de muchos, menos en la mía. Apenas tenía un año de edad cuando las paredes empezaron a crujir esa noche calurosa y sin una brisa apreciable. Si hubiera tenido más memoria, me debería de acordar cómo mis padres me sacaron corriendo junto a mis hermanas de mi habitación y me llevaron al marco de una de las puertas de la casa mientras el piso crujía y vocifereba con grave voz y los vidrios de la las ventanas estallaban en mil pedazos. Es verdad, no me acuerdo. Sino me hubiera quedado traumado con cualquier otro sismo, y no hubiera tomado las actitudes psicópatas como la de poner la oreja en el piso “para sentirlo”, mientras se mueve todo cada vez que tiembla. Porque estudié una carrera donde una de sus ramas principales es la sismología, o estudio de los sismos.

Definitivamente no, no me acuerdo. Sin embargo, la gente hasta el día de hoy relata, dice que le dijeron, escucharon de, suponen que, tal vez vieron, un montón de cosas raras que mencioné en el primer párrafo de lo aquí escrito. Empecemos por los relatos que conforman el imaginario colectivo.

Las teorías conspirativas


Dice la leyenda (y mucha gente boluda) que lo que sucedió en Mendoza fue que:
  • Se les escapó accidentalmente un cohete/bomba a los yanquis.
  • Los yanquis probaron una máquina que generaba terremotos.
  • Fueron una bomba/ensayo/aterrizaje/accidente de OVNIs
En los tres (3) casos la gente dice que los militares cortaron el camino de la zona de Papagayos y que no dejaban a la gente acercarse ahí. Esto es debido a que el “OVNI/misil” había dejado un cráter de importantes dimensiones el cual fué rellenado(!) en un plazo muy corto de tiempo. Para que la gente se ubique, esto habría sucedido unos 10 km al oeste de la ciudad de Mendoza, en la zona de transición entre el pedemonte y la precordillera. Este suceso importunado habría traído a gente de la USAF, los cuales al mejor estilo ET, vestían trajes espaciales antirradiación. Estos mismos hicieron pruebas de radiación con contadores Geiger ocultos en cardiógrafos a la gente que estuvo en la zona en esas fechas.

Para que seguir escribiendo si tengo el comentario de una pobre víctima(?) de la radiación llamado Alfredo Ocampo que escribe su genial(?) relato de lo acontecido en un foro (se subrayó lo más interesante para este post):

“Para ese entonces era cabo de la Gendarmeria Argentina, era mi dia de Franco me levantaron de urgencia y me llevaron a la zona de Papagayos cerca al dique, solo al dia siguiente con la luz del sol vi a 600 metros un gran hoyo como de 60 metros de diametro y humo blanco salia de adentro, no nos dejaron acercar mas de eso, luego de 12 horas de guardia fui relevado y en ese momento notamos personal de la USAF que con trajes similares a los de astronautas ingresabn dentro del hoyo por medios de gruas prestadas por la empresa Pescarmona, a las 24 horas me reincorporaron en la misma zona y ya habia sido tapado ese enorme agujero con placas metalicas de la misma empresa Pescarmona, a los 7 dias de haber prestado servicio de guardia en la zona al personal afectado se nos recomendo guardar silencio de todo lo que puedieramos haber visto, luego nos examinaron con detectores geiger ocultos entre cardiógrafos y demás aparatos supongo para no asustarnos nos dieron un mes de franco sin aviso y fuera de cronograma y dos revisaciones medicas obligatorias en el mes de febrero.
Segun compañeros gendarmes el camino usado por la USAF para no alertar a la prensa fue el de CORCEMAR – LAS LAJAS lugar que conosco bien por haber trabajado en los 70 en la empresa cemenentera Minetti, los compañeros que escoltaron a los 3 camiones americanos y equipos respectivos fueron destinados a Gualeguaychu Entre Rios misteeriosamente en el mes de abril, ellos fueron Sergio Montuelle Perez de mi mismo rango y Jorge Alaniz Menendez.“

Este comentario del tal cabo fue publicado en esta entrada de una página bien toraba. Lo gracioso es que mientras escribo esto parece que un kabeza hackeó la página de la Fuerza Aérea Argentina con el simple objetivo de dar a conocer la conspiración. El mismo, en pésima prosa, da a conocer al mundo lo siguiente:

“SABIAN QUE PASO EL 26 de Enero de 1985 Exactamente? Mediante una investigacion k llevo a cabo, con gente de la zona y demas…dijeron VER ALGO en ese entonces, tanto en el cielo como en parte de la zona donde “cayo algo”, el lugar en el cual estaba cortado por agentes del gobierno, sin nombrar esos “militares extranjeros”.
Mediante el relato de otra persona de gran confianza, cuyo nombre no pienso dar, fue enviado a la zona donde segun me dijo, vio una nave en forma de cigarro, y seres en su interior. Lo peor de todo es ke hay un video de este accidente. Dejen de mentir y ocultar. Esperamos k ese proyecto en el cual estan trabajando, para tratar temas de ovnis en Argentina, no termine siendo como el resto, donde ocultan todo tipo de informacion, y sobre todo, entrenan desinformantes.”

Posterior y literalmente, copipasteaba el mensaje de don Ocampo. Parece que toda la investigación del genio kaker fue poner “terremoto de Mendoza 1985″ en Google y lo llevó a la misma página que a mi. Gran investigación, y ni que hablar de la redacción. Felicitaciones kaker!

¿Se han dado cuenta de la sarta de cosas que he escrito? Es una ensalada rusa gigantesca, pero si seguís siendo un creyente de la teoría conspirativa ahora te empiezo a mojar el castillo de arena…

Epicentro en Barrancas, cráter en Precordillera


Si el hombre no hubiera desarrollado sus conocimientos, nos hubiéramos conformado con la leyenda, pero la sismología vino a llevarse puesta la historieta.

Resulta que a través de esta disciplina uno puede saber con gran precisión donde fue el epicentro de un sismo o explosión. El principio es el siguiente. Cada vez que hay una explosión/sismo se generan diferentes ondas en la corteza terrestre. Las más importantes son las ondas P y S. La primera se mueve (aproximadamente) 1.73 veces más rapido que la segunda. Una vez que se producen, se alejan del epicentro a velocidades distintas, separándose entre si por la diferencia de velocidad. Mientras más lejos se esté, mayor va a ser la diferencia de tiempo que vamos a ver en los registros sísmicos. En cualquier estación sismológica medimos esta diferencia, y con la velocidad obtenemos la distancia al epicentro del suceso. Pero solo tenemos eso, distancia, no una dirección. Si lo graficamos en un mapa, la distancia (por ejemplo, 50km) va a estar representada por un círculo alrededor de la estación sismológica. Es aquí donde intervien como mínimo, otras dos estaciones con otros “círculos” sobre el mapa y en la intersección entre estos tres obtenemos el epicentro. Gráficamente esto es:

Ahora que hemos visto cómo se obtiene el epicentro de un sismo, les comento que el de Mendoza fue en la zona de Barrancas, 30 km al sur de Mendoza y no al oeste como hablan las conspiraciones. Esta zona es sísmicamente muy activa, el último susto nos los dió en el 2006 con un sismo bastante fuerte. Con esta primera prueba los creyentes de teorías locas quedan tambaleando, con el culo mirando al norte, pero esto no es todo. Jaque al rey.

Aftershock vs. misil

Los aftershocks o réplicas son sismos que ocurren posteriormente a un evento sísmico. Como regla general, mientras más grande es el sismo, más grande van a ser las réplicas. El de Mendoza del 2006 que tuvo una magnitud de 5,7 y una réplica al otro día de 3,7. El terremoto de Valdivia de 1960 (el más grande jamás registrado) tuvo una magnitud de 9,5 y réplicas de 7,0.

Como todo sismo (pues el de Mendoza del 1985 lo fue) tuvo sus réplicas. Lo se porque lo vi en los registros sismográficos que estudié en la facultad. También lo sé porque tengo grabado a fuego las historias que me contaba mi viejo de mujeres volviénse locas y gritando con cada réplica que arrojaba la tierra aquella noche del entrado 26 de enero. Si hubiera sido una bomba o misil, no tendría que haber réplicas sino un solo golpe directo. Jaque al rey.

Acerca de la duración

Por aquel entonces la gente de Mendoza tenía bien fresco en su cabeza el sismo de Caucete del 77. En su memoria están los suaves movimientos iniciales, el “hamacamiento” que produce la onda P al llegar, luego como empieza a vibrar violentamente todo cuando la onda S hace presencia y luego las destructivas Raleygh y Love que arrementen con furia. ¿Por qué lo sintieron así? Por la distancia al epicentro. Caucete está a 180 km de Mendoza. Como dije anteriormente, cada onda tiene su velocidad de propagación y mientras más lejos estemos del epicentro, más vamos a notar como arriban los diferentes paquetes diferenciados. En el caso del terremoto de Mendoza del 85, el epicentro estuvo a solo 35-30 km, por lo que se sintieron prácticamente todas las ondas al mismo tiempo y fue un sacudón casi instantáneo. Este efecto alimentó (fue esencial en la dieta digamos) las teorías conspirativas. Jaque al rey.

Explosión vs. cupla doble


Otra información que nos aporta la sismología es el poder de diferenciar entre una bomba y un sismo. De hecho, así los países del mundo detectaron la primera prueba nuclear de Norcorea. No es que los tipos son magos, hay herramientas para todo!

En un terremoto, el sistema de ruptura se llama cupla doble, lo que provoca que el primer arribo de la onda P sea compresivo en dos cuadrantes diagonales y extensivo en los otros dos. ¿Difícil esto? Vamos a una imagen:
 


En amarillo, el epicentro. En verde está representado el campo de esfuerzos que fue sometido el área de ruptura, son dos cuplas que se cruzan, es por ello lo de “cupla doble”. Esto genera que el cuadrante NE y SO que el primer arribo sea compresivo, y que en lo otro dos cuadrantes, sea extensivo. Si son detallistas, van a ver la onda como arriba a uno y otro cuadrante.

En cambio, en una explosión, lo que genera el campo de esfuerzos viene de un solo punto, en este caso un explosivo o impacto. Esto genera que el campo de esfuerzos sea compresivo en todos sus cuadrantes. Vamos otra vez a una imagen:
 
Notarán que la onda que arriba a cualquier estación sismológica de diferentes cuadrantes es compresiva. Bueno, así de simple los sismólogos saben diferenciar entre un sismo y una explosión nuclear. Ahora adivinen: el terremoto de Mendoza de 1985 fue registrado por estaciones sismológicas de todo el mundo, desde Sudáfrica, EEUU, Rusia y hasta Japón. ¿Cuál fue el parámetro de adquisición? El típico de un terremoto. ¿Y qué me van a decir ahora? ¿Qué fue una conspiración a nivel mundial? Jaque al rey.

Energía liberada


Otros de los detalles que se pasan por alto tan livianamente cuando se habla de un supuesto misil es la energía liberada por ellos. En el sismo de Mendoza, la energía liberada por el terremoto fue de 80kT, o el equivalente a 80.000 toneladas de TNT. Esto es más de 6 veces la bomba nuclear que se usó en Hiroshima. Y para ensalsar la cosa, estamos hablando que la supuesta bomba que cayó no era nuclear sino convencional. (Si hubiera sido nuclear, nos hubiéramos muerto todos los mendocinos por la radiación instantánea y la remanente, sin contar con la exposición a los rayos gamma, el gran hongo luminoso que tendríamos que haber visto, la lluvia radioactiva y demás menesteres. Así que señor Ocampo, a usted no le midieron la radiación con un contador Geiger escondido, simplemente le tomaron el pulso… o el pelo).
Ahora, saben lo que tendría que haber sido una explosión en superficie de esa magnitud! No existen armas convencionales de esa potencia. Pero supongamos que sí existen y elevemos la apuesta: supongamos que detonó en Mendoza. Al explotar en la superficie y no en profundidad, generaría una onda expansiva que tendría que haber destruido, como mínimo, todo el parque de Mendoza. No debería haber quedado nada en pie. Ni pensar en la onda de calor, les hubiera quemado la piel a todos, especialmente los barrios cercanos al cerro de la Gloria. Se habría visto igual que una bomba atómica, pero sin la radiactividad. Nadie, repito, NADIE vió eso. Apenas algún par de relatos de muy dudosa procedencia (por ejemplo, don Ocampo y sus contadores geiger escondidos, cuack) vieron una luminosidad hacia el oeste. Nótese lo vago del relato, “luminosidad”, nada que ver con esta luminosidad que es lo que tendría que haberse visto de haber explotado una bomba de tal tamaño. Una vez más, jaque al rey.
 

 Algo así debería haber caído. ¿No parece un poquito mucho?

Cráteres eran los de antes(?)


Este refutación va para don Ocampo. Insisto mucho en este testimonio porque es el que condensa todas las aberraciones de los conspiramaníacos. Dice haber visto un agujero de 60 metros de diámetro y que salía humo de él. Me parece que vió uno de los tantos rellenos sanitarios de esa zona! El “misil” tendría que haber removido cerca de 340.000 metros cúbicos de terreno que fueron cubiertos con chapas. ¿Se dan cuenta de la locura que relata? Como si fuera un pozo de 30 cm que le tirás una chapa o tablón encima y voilá. ¡60 metros! ¿Y donde quedó el material removido? Tendría que haberse esparcido en los costados, pero obvio, estaban los agentes de la NASA/USAF que dejaron todo impecable, como si nada hubiera pasado. No lo pueden hacer en su propio país pero lo hacen acá… Y si no me creen miren la siguiente imagen satelital del desierto de Nevada y las marcas de las pruebas nucleares.
 
Una vez más, jaque al rey.

Miguel, un grande


Miguel Castro es el histórico sismólogo de la Estación Sismológica Mendoza. No sólo lo conozco de nombre, lo conozco personalmente. Vive desde hace 25 años a 200 metros de mi casa, en el barrio donde nací y me crié. Él tiene todos los registros del terremoto adquiridos en la estación Mendoza y desde su conocimiento acumulado dice:

“El epicentro se ubicó al sudoeste del conurbano capitalino. La falla que entró en actividad fue la que viene de Barrancas y conecta en Benegas con una falla que va de sur a norte bajo la calle Paso de los Andes. Una activó a la otra, por eso la zona más afectada fue la de Villa Hipódromo y Villa Marini”.

“En el del 23 de noviembre de 1977, con epicentro en Caucete, en Mendoza primero se percibió un zumbido y luego como un trueno. En este caso, se oyó un estruendo porque fue un sismo local: la población estaba muy cerca del epicentro –sostiene–. Quizás por eso se lo asoció a un misil o la caída de un OVNI. Hasta se llegó a decir que la Fuerza Aérea había cercado la zona. Pero eran fantasías de una comunidad que no tenía registro de un sismo como ese”.

Respecto a la luminosidad entre verde y azul que se vio hacia el oeste, el experto señala que cuando se libera energía mecánica, como ocurre con un terremoto, las moléculas del aire que están muy cerca del piso sufren una ionización.

“En lo oscuro, provoca un efecto luminoso que se ve sobre el horizonte, que es la línea que hay entre el piso y la atmósfera. Es la única relación que puede existir entre la geofísica y la atmósfera. Esto viene al caso ya que mucha gente relaciona la noche serena, las estrellas y la luna brillantes con la posibilidad de un temblor pero no existe tal conexión”, destaca.
(Nota a Diario Uno de Mendoza, 2010)

Esto es un LTA gigantesco y ahora si puedo decirlo: JAQUE MATE a los conspiramaníacos.

Educando al soberano


Como siempre, me gusta terminar la idea con diferentes links, los cuales ustedes puedan aprender y/o informarse más. La noticia de los kakers la ví acá. Además, los siguientes trabajos en pdf les van a enseñar mucho acerca de la sismicidad en la zona donde está emplazado el Gran Mendoza y las fallas que la atraviesan: 

- Morfometría de la escarpa de falla histórica identificada al norte del cerro La Cal, zona de falla La Cal, Mendoza. Autor: Francisco Mingorance (Aquí para descargarlo)
-Microzonificación del Gran Mendoza. Autor: Juan Carlos Castaño (Aquí para descargarlo)
-¿Oportunidad o riesgo para el hábitat? Autor: Jorge Alberto Mitchell (Aquí para descargarlo, no se pierdan la figura 4)

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Hasta acá lo expuesto en el artículo precedente ha buscado explicar, con su particular expresividad, lo acontecido en aquella trágica noche del 26 de enero de 1985; esto es, ni más ni menos, un fuerte sismo que produjo muchas víctimas humanas y cuantiosos daños materiales.

La gravedad de lo ocurrido quedó en evidencia cuando se tuvo que suspender la tradicional Fiesta Nacional de la Vendimia que se celebra todos los años hacia el mes de marzo, sin dudas consecuencia del impacto económico y emocional que afectaba a todos los mendocinos.

La posterior y rápida presencia de aviones reactores de transporte pesado C-141 Starlifter de la Fuerza Aérea de EE.UU. en el suelo provincial fácilmente pudieron llevar a alguien a pensar que vinieron a llevarse "algo", cuando con más sensatez y menos prejuicios se puede reconocer que vinieron a traer "algo", ayuda humanitaria, gesto solidario que realizan muchos países, tal como nosotros mismos hemos hecho con otras catástrofes naturales ocurridas en otras partes del mundo. Un reactor de este tipo que despegara de las antiguas bases aéreas estadounidenses situadas en Panamá arribarían a Mendoza en menos de medio día.  

Por otra parte, 1985 era el año en que llegaría de visita a nuestro vecindario cósmico el famoso cometa Halley, el que para algunos suele venir acompañado de funestos presagios y fantasiosas especulaciones sobre acompañantes de otros mundos (entiéndase naves extraterrestres). Por lo tanto, la posibilidad de la ocurrencia de un incidente tipo Roswell mendocino no resultaría descabellada para alguna parte de nuestra población. Recordemos que ese año es considerado por los ufólogos como uno de los que tuvo mayor número de denuncias OVNI en la Argentina; es decir que en 1985 hubo lo que se define como una oleada OVNI.    

Finalizo señalando que, a pesar de todos los aportes que se hagan para aclarar lo que pasó ese 26 de enero de 1985, lamentablemente habrán quienes sigan realimentando el mito urbano acerca de "lo que cayó del cielo" en esa fatídica noche.

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