jueves, 30 de junio de 2016

Crece el entusiasmo por la posibilidad de vida en Encélado

Crece el entusiasmo por la posibilidad de vida en Encélado
Científicos abordan la pregunta sobre cómo buscar vida en la sexta luna más grande de Saturno.

Por Annie Sneed

Se cree que la luna helada de Saturno, Encélado, albergaría un océano líquido bajo su superficie congelada que podría ser apto para la vida.  NASA

La luna helada de Saturno, Encélado, es un mundo seductor. Cada vez más, los científicos se convencen de que puede ser el mejor lugar en nuestro sistema solar para buscar vida. Cassini, la nave espacial de la NASA que actualmente gira alrededor de Saturno, ha hecho observaciones interesantes de los helados chorros que surgen desde lo que se sospecha que es un océano líquido subterráneo, en el misterioso mundo que podría acoger vida extraterrestre.

La misión de Cassini está por llegar a su fin en 2017, pero los científicos quieren enviar una misión específica a Encélado para buscar signos de vida. De hecho, algunos ya han comenzado a pensar seriamente acerca de cómo podrían hacer esto, incluyendo la científica planetaria Carolyn Porco, quien es líder del equipo de imágenes de Cassini. A principios de este mes, Porco reunió a un grupo de investigadores, que incluyó a oceanógrafos, químicos orgánicos y astrobiólogos de la Universidad de California, Berkeley, con el objetivo de diseñar una estrategia para buscar extraterrestres en Encélado. Según Porco, “es un tremendo problema por resolver” .

A pesar de que Encélado es pequeña y está envuelta en una gruesa cáscara de hielo, parece ser un mundo habitable: tiene una fuente de energía de fricción creada por su órbita alrededor de Saturno, compuestos orgánicos que son componentes básicos de la vida y un océano de agua líquida debajo de todo ese hielo. Pero solo por el hecho de que Encélado puede acoger vida no significa que la vida exista allí efectivamente; tomará mucho más trabajo demostrarlo realmente. En la reunión de Berkeley, los científicos expusieron los datos que recogió Cassini en Encélado, y discutieron los análisis de sus géiseres, las mediciones de su capa de hielo, las ideas sobre cómo será la química de sus océanos, y más. Sin embargo, incluso con los nuevos datos y modelos que tienen los científicos no están ni siquiera cerca de detectar organismos en Encélado, y de ahí la necesidad de una misión espacial.

Encontrar vida allí sería una gran revelación de que no estamos solos en el cosmos. Además, el descubrimiento de organismos —o la ausencia de ellos— podría responder el más sutil misterio de cómo comenzó la vida en la Tierra. Los investigadores en la reunión presentaron dos importantes teorías opuestas sobre cómo se originó la vida aquí (en el océano vs. en tierra), y el grupo discutió de qué manera la exploración de Encélado podría aportar a ese debate.

“Sería una prueba de una de las teorías sobre el origen de la vida”, dice Porco; específicamente, sobre la teoría de que las especies de la Tierra se originaron en el mar. Por ejemplo, si existen organismos en el océano de Encélado y, presumiblemente, surgieron allí, respaldaría la teoría de que en la Tierra la vida comenzó en los respiraderos hidrotermales (fumarolas calientes y ricas en nutrientes ubicadas en el suelo marino) en lugar de en los charcos de agua en tierra.

Encélado también nos podría enseñar sobre la génesis de nuestro sistema solar en otras formas cruciales. “No solo estás en busca de la vida, estás en busca de la comprensión de la naturaleza de esa vida, y de cómo se compara con la vida en la Tierra”, dice Chris McKay, científico planetario del Centro de Investigación Ames de la NASA.

Por ejemplo, si descubrimos que las criaturas de Encélado no tienen nada que ver con las de la Tierra —si su bioquímica es completamente diferente–, entonces es probable que signifique que las dos formas de vida surgieron de forma separada e independiente, y por lo tanto, que también podrían existir extraterrestres en otros lugares.

“Si la vida comenzó al menos dos veces en nuestro sistema solar, entonces sabes que el universo está lleno de vida”, dice McKay. O bien, si encontramos que los organismos de Encélado y de la Tierra fueron creados de igual manera, podría indicar que la vida se originó en otro lugar, y fue llevada a ambos mundos.

Sin embargo, si Encélado es estéril podría apoyar la teoría de que la vida necesita un entorno en tierra firme para comenzar, y no un océano. Independientemente de lo que pueda descubrir una misión en Encélado, la respuesta nos dirá algo fascinante.  

Sobrevuelo de géiseres

Encélado tiene más de 90 géiseres que expulsan hacia el aire columnas de vapor de agua salada, compuestos orgánicos y partículas de hielo del océano subterráneo. Ellos representan una gran oportunidad para una sonda visitante, que no tendría que aterrizar para buscar vida (lo que es mucho más difícil y caro), sino que simplemente podía volar a través de los géiseres para recolectar muestras. “Los chorros de vapor vienen directo del océano”, explica McKay, “Entonces, ¿por qué querríamos aterrizar? Podemos recolectar las cosas más frescas, que vienen directo de la fuente”.

Sin embargo, incluso si existe vida en Encélado, puede que aparezca o no en las muestras de los chorros. Si el océano pelágico en la Tierra (esto es, la masa de agua lejos de la costa o del fondo marino) es un análogo del océano helado de la luna de Saturno, entonces el panorama es desalentador. La zona pelágica tiene una densidad extremadamente baja de la vida, incluso en nuestro planeta. “Si tuviéramos eso en el océano de Encélado, sería muy difícil incluso recoger un organismo”, dice Porco. Los científicos tendrían que analizar una cantidad de agua ridículamente grande para capturar algún organismo.

Afortunadamente, hace unos meses un microbiólogo le contó a Porco acerca de una investigación científica de hace décadas, que la alienta en la búsqueda de vida en las columnas de vapor. En la reunión de Berkeley, Porco describó esta investigación en un proceso llamado “restriego de burbujas” que se produce en los océanos de la Tierra, y que podría marcar una gran diferencia en los géiseres de Encélado. Resulta que donde quiera que las burbujas suban a través del agua, restriegan la columna de agua, de modo que los organismos y materiales orgánicos se concentren en la superficie. Y cuando las burbujas estallan (como en el aerosol del océano o en los chorros de Encélado), expulsan los microbios en la aspersión. Así que si existe vida en Encélado, sus columnas pueden contener una concentración mucho mayor de organismos que el resto de sus océanos. Todo gracias a las burbujas.

“Incluso si el océano en Encélado comienza siendo tan microbiológicamente pobre como el océano pelágico en la Tierra, que es el peor caso, todavía tenemos una oportunidad de ver una gran cantidad de organismos en las columnas”, dice Porco. Aún así, este escenario presenta inmediatamente otra cuestión: Una nave espacial debe encontrar una manera de capturar una muestra sin romper los delicados organismos en su paso a gran velocidad a través de los chorros.  

Buscando signos de vida

Una vez que una nave espacial recoja una muestra en Encélado, ¿cómo harán los científicos para analizarla en busca de vida? El proceso es más complejo que la simple búsqueda de algo que esté vivo. Después de todo, los investigadores han discutido acerca de la definición de la vida durante años. En el caso de la búsqueda de extraterrestres, los científicos deben ser creativos. “Si usted fuera a Marte y encuentra un conejo muerto en el suelo, no está vivo, pero es una evidencia convincente de vida”, dice McKay. “Así que no estamos buscando algo que esté vivo, si no buscando las moléculas que usa la vida. En otras palabras, estamos buscando el cuerpo del conejo muerto”.

Las moléculas que McKay y otros científicos consideran más importantes son los aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas. “Ellos están en cometas y meteoritos, así que si hay una sopa primigenia en Encélado, debería tener aminoácidos”, dice McKay. “Son tan increíblemente útiles y tan buenos en el agua que la vida sería bastante tonta de no usarlos”. Sin embargo, en un momento de la reunión de Berkeley, Porco señaló un punto crítico: ¿Qué ocurre si los organismos de Encélado no están hechos de aminoácidos? Y McKay respondió, bromeando: “Entonces estamos perdidos, y la naturaleza es perversa. Todos deberíamos rendirnos y transformarnos en poetas”. Lo que McKay quiso decir es que hay un amplio consenso en la comunidad científica de que los aminoácidos serán útiles en la búsqueda de la vida, y si esa forma de pensar resulta equivocada, entonces “somos aún más tontos de lo que pensábamos que éramos”, dice McKay.

Otra firma importante que los científicos quieren detectar son los lípidos, los compuestos que usan las células para construir sus paredes exteriores. “Es una historia similar a la de los aminoácidos”, explica Alfonso Davila, investigador científico del Instituto SETI y del Centro Ames.

“Son elementos que uno espera que estén presentes en el origen de la vida y que sean usados por las células”. Los científicos tendrán que hacer algo más que simplemente detectar aminoácidos y proteínas en Encélado. Ambas moléculas existen por sí solas en muchos ambientes, con o sin vida. Pero los astrobiólogos pueden identificar distintas estructuras y distribución de aminoácidos y de lípidos que creen que son únicas para la vida. “Estamos en busca de moléculas y estructuras que construye la vida, que son claramente diferentes al desorden aleatorio que hace la química”, señala McKay.

Algunas otras posibilidades en la lista de búsqueda son compuestos orgánicos grandes, así como imágenes de los organismos reales tomadas por la nave espacial de las muestras de la columna de vapor. Podrían ser, por ejemplo, imágenes de un organismo nadando o comiendo. Tal hallazgo sería la evidencia más directa de algo “vivo”, pero muchos investigadores tienen dudas respecto a la posibilidad de captar imágenes de organismos, dice Davila.

“Es uno de esos experimentos de alto riesgo pero alta recompensa. La probabilidad de un resultado negativo es muy alta”, añade. “Es muy difícil detectar la diferencia entre una célula y un punto que es sólo una partícula”. Este tema fue muy debatido en la reunión, pero algunos científicos sonaban más esperanzados y discutieron nuevas técnicas que están explorando para fotografiar microbios de un modo fiable en Encélado (si es que existen).

En última instancia, los científicos creen que es probable que demostrar que realmente encontraron vida lleve una combinación de evidencias. Y, por supuesto, el costo y la tecnología limitarán los experimentos que sean capaces de realizar. La búsqueda será increíblemente complicada, en especial considerando que los organismos en Encélado puede que no se vean o funcionen como lo hacen en la Tierra. “Estamos caminando en una delgada línea entre lo que sabemos, basados en la vida de la Tierra, y lo que esperamos que sea la vida de otra manera”, dice Davila. “Es una de las cosas que nos impide dar con una buena estrategia”.

O, como observó Porco: “Es un tremendo problema por resolver”. 



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